Cuando Guillaume Henry, el nuevo director creativo de la casa Carven, estaba trabajando en sus ideas para la marca, se preguntó, "¿Cual sería el olor de la marca?"
Es interesante, creo que el le da un tono particular. Si hay alguna ligera presencia del original Carven ( la venerable, casi olvidada casa de alta costura fundada por Madame Carven hace más de un siglo) que sigue viviendo en la imaginación fashionista, es Ma griffe, la fragancia de la línea que viene en una cajita verde con rayas blancas inmediatamente reconocible, como lo es una Tiffany o una azul de Cartier.
Pero regresando a Henry y su meditación del significado del color verde, y como lo relaciona con todo ésto dijo: " Creo que la marca debería oler fresca y juvenil, deportiva con un poco de chic Parisino"
Henry llego a Carven el año pasado, después de ser asistente de Riccardo Tisci en Givenchy y por cuatro años en Paule Ka. La casa se había undido hasta que fue comprada y han decidido darle una nueva vida a Carven.
Henry y los nuevos dueños pasaron mucho tiempo haciendo brainstorming de como un Carven resucitado debería de ser, y llegaron a la conclusión de que, francamente, el mercado está lleno de marcas súper lujosas en este momento. Lo que no significa que no hay espacio para otra marca que también lo es, sino que, en palabras de Henry " es una idea de encanto más accesible" "Me encanta cuando una mujer usa mi vestido a su manera, con Converse o tacones, y ya no se vuelve mi vestido"
Para Fall 2010, todo ésto se traduce en wrapped shirts con cuellos de una sexy colegiala, encogidas leather jackets, hermosas trenches, y vestidos/playeras.
¿Un ejemplo de estas criaturas que acechan las calles de Paris? Henry responde sin vacilar: "Alguien como Charlotte Gainsbourg, con la camisa de un hombre, falda de mezclilla y zapatos de tacón. Ella es impresionante, y ni siquiera lo sabe. "
vogue.com
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